Vamos a adentrarnos en la anatomía energética, o sutil, para conocer la estructura interna que permite la circulación del Prana. Y así vamos a hablar de las nadis, o canales de energía.
Te cuento qué son, cuántos hay, y por qué son tan importantes. Porque las nadis son una pieza clave en la práctica del Yoga y de la meditación, ya que a través de ellas podemos intervenir de forma directa en nuestra energía.
Al final haremos una meditación para purificar estos canales. Es una técnica sencilla, pero muy transformadora, que todo el mundo debería conocer y practicar. Tiene además otros muchos beneficios como equilibrar prana y apana, quemar el karma y favorecer el ascenso de la energía kundalini. ¡No te quedes sin practicarla!
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Contenido
- Canales energéticos y nadis.
- Qué son, cuántos hay.
- 3 nadis principales:
- Ida
- Pingala
- Sushmana
- Relación con la energía y la respiración.
Transcripción
Hoy vamos a adentrarnos en nuestra anatomía sutil o energética, para hablar de las nadis. Y sí, son las nadis, en femenino, ya que como curiosidad, en sánscrito, todo lo que acaba en -a es masculino. Por eso decimos, o debemos decir, porque es muy habitual encontrarlo al contrario, los asanas, los kriyas, el Yoga, el sadhana, etc.
Pero bueno, centrándonos en lo que os quiero compartir hoy, lo importante es que sepas que además de las venas, los nervios y demás canalizaciones de nuestro cuerpo, hay toda otra serie de canales, invisibles al ojo humano, que transportan el Prana, la energía vital. Te recuerdo que hablábamos de él en el episodio 9, por si lo quieres revisar.
Estos canales ya se mencionan en las primeras escrituras, pero siempre de una forma muy mística, asociándose de forma habitual al despliegue de la energía kundalini y el despertar de la conciencia. En aquellos tiempos no interesaba dar datos concretos o una información más específica sobre su número o ubicación, por lo que siempre han quedado como algo misterioso.
Pero pese a ello está comúnmente aceptado que hay 72.000 nadis, y que todos nacen en la región del punto del ombligo. Los que habéis dado clase de Yoga conmigo ya sabéis lo importante que es este punto, y lo mucho que nos referimos a él en cada práctica, para que veas que no es algo caprichoso, es el verdadero centro de todo nuestro sistema energético.
Algunos de estos canales coinciden en su disposición con algún músculo, hueso o nervio, discurriendo de forma paralela a él, pero además de los que coinciden con nuestra anatomía física, hay muchísimos más que no tienen una relación directa con nuestro cuerpo, incluso pueden estar localizados por fuera de él. Y es que nuestra anatomía energética se expande más allá de nuestro cuerpo físico, digamos que no terminamos en nuestra piel.
Y es que los antiguos sabios y yoguis fueron capaces de percibir intuitivamente cómo se organizaba el flujo energético en el cuerpo humano. Por ello diseñaron todas las prácticas que disfrutamos hoy en día, para mantener un funcionamiento correcto en nuestra energía. Y por eso decimos que en el Yoga lo importante no es la imagen de la postura, del asana, sino el efecto que produce en tu energía.
Ya que estos canales facilitan el transporte de sustancias y nutrientes, pero también de información y energía sutil. Así se relacionan las diferentes partes del cuerpo, gracias a esta enorme red de comunicación.
Esta idea de canales invisibles a través de los que circula energía sutil está muy arraigada en Oriente, de hecho a lo mejor estás pensando en los meridianos de la Medicina Tradicional China, ya que es el mismo concepto.
Pese a que su número y disposición sea distinto en ambos sistemas, porque no te he dicho, pero las nadis provienen del Ayurveda, la medicina india, tanto los meridianos como las nadis comparten su esencia, y su importancia dentro del equilibrio y la salud de la persona.
Ambas tradiciones coinciden en que para que un individuo goce de salud, la energía debe fluir a través de sus canales, sin ningún obstáculo o estancamiento, siempre en el lugar adecuado y en su justa medida.
Pero además ambos sistemas relacionan a través de estos canales al ser humano como microcosmos, con todo el Universo o macrocosmos. La energía que fluye a través de las nadis o de los meridianos es energía cósmica, podemos llamarla Prana o Qi, pero es lo mismo en esencia.
Y ya sabemos que esta energía nos aporta también conciencia y conexión, por lo que ambas tradiciones han diseñado un sistema de prácticas o ejercicios para mantener la energía del cuerpo en perfecto estado, y a la vez desarrollar la conexión con el Todo, a vivir en armonía con las leyes naturales y alcanzar una conciencia espiritual más elevada.
Todo eso es lo que estamos buscando y logrando, cuando hacemos Yoga o Taichi.
Pero volviendo a las nadis, también está completamente aceptado que de todas esas 72.000, hay 3 principales, con las que trabajamos de forma directa en el Yoga y la meditación.
Son Ida, Pingala y Sushumna o Shushmana, puedes encontrarlo con los dos nombres. Las tres están unidas y sincronizadas en el el primer chakra, en Muladhara, situado en la base de la columna. Desde ese punto Shushmana asciende directamente hasta el chakra corona, en lo más alto de la cabeza. Es un canal recto que coincide con la columna vertebral.
Ida y Pingala, en cambio, ascienden serpenteando, de forma que cada una comienza en direcciones opuestas y se cruzan en cada chakra a lo largo de la columna vertebral. Vuelven a reunirse con Shushmana en el sexto chakra, el punto del entrecejo, y desde ahí Ida finaliza en la fosa nasal izquierda, mientras Pingala lo hace en la derecha.
Aquí puedes entender que el efecto en nuestra energía es distinto si cogemos el aire a través del lado izquierdo o derecho de la nariz. Por ello jugamos mucho con esto en la práctica.
Tanto Ida como Pingala regulan la respiración y tienen un papel muy importante en el despertar de la conciencia espiritual, pero ambas tienen características opuestas:
IDA (el inspirador):
- Está relacionado con el sistema nervioso simpático, así interviniendo en él nos ayuda a relajar..
- Su energía es femenina, asociada a la luna y al aspecto yin.
- Su relación con la luna hace que se vincule también con la psique o el alma.
- Es imaginativo, receptivo, nutre, enfría, sustenta y apoya.
- Respirar a través de la fosa nazal izquierda, y, por tanto, de este canal aumenta
- la relajación y la energía sattvica.
- Ayuda a conservar y mantener la energía, aumenta la serenidad y calma la mente.
- Es de naturaleza magnética y ayuda a restaurar la energía del cerebro.
- Se relaciona con la energía de apana.
PINGALA (el rojo):
- Apoya al sistema nervioso parasimpático.
- Su energía es masculina, solar y yang.
- Transporta energía pránica y mental.
- Apoya la acción, el enfoque y la concentración, aportando gran rapidez mental. constructivas.
- Provee energía para el movimiento y las actividades físicas, estando asociado con la vitalidad y el vigor.
- Es de naturaleza eléctrica y reactivo.
- Se relaciona con la energía de prana.
SHUSHUMNA
- Es el canal central, el más importante de los tres, y asciende de forma recta recorriendo la columna, hasta llegar al chakra corona.
- Se relaciona de forma directa con el cerebro, hipotálamo y punto del entrecejo.
- En realidad está compuesto de varias capas y tiene diferentes ramas en el cráneo, por lo que es algo más complejo.
Este canal está bloqueado en su base hasta que la energía se combina de tal manera que hace posible su apertura. Esto inicia el ascenso de la energía kundalini a través de los chakras, por ello son tan importantes estos canales en ese proceso, porque todo comienza en ellos.
Cuando la energía kundalini asciende, recorre todos los chakras y despliega todo tu potencial. Te vuelves creativo, expansivo, pacífico y pierdes tus apegos, así como tus limitaciones. Es el despertar que busca todo yogui.
Pero en realidad despertar la energía kundalini es sólo un primer paso, y no es algo tan complicado. El verdadero reto o dificultad yace en mantener los canales limpios, claros y en perfecto estado, de forma que la energía pueda continuar fluyendo con suavidad.
Así que lo importante y lo difícil no es tanto hacerlo, como mantenerlo.
Por eso es un trabajo continuo, ya te he comentado en otras ocasiones que no hay nada que alcanzar, que es un proceso que no llega a terminar, y ahora puedes entender mejor por qué.
Cuando las nadis están bloqueadas, el prana pierde su libertad de movimiento, lo que genera grandes desequilibrios en el plano físico, pero también mental y emocional.Nuestros cuerpos energéticos sutiles se ven afectados y se desconectan.
Es importante abrir las nadis, buscar el equilibrio energético en ellas, y poner más conciencia a la respiración y al Prana.
Las nadis se pueden abrir, limpiar y armonizar gracias al trabajo con las posturas de Yoga, los asanas y gracias también a los ejercicios de respiración, pranayama, y la meditación.
Vamos así a ayudar hoy a limpiar nuestros canales con una meditación específica para ello, que se conoce como “el purificador perfecto”, ya que se dice que si se practica de forma diaria puede quemar el karma de vidas anteriores. Además crea el equilibrio energético en todo tu sistema y favorece el flujo de energía kundalini hacia Shushmana, el canal central.
Meditación: purificación de nadis
Para abrir el espacio: siéntate con la espalda recta, coloca las manos en el mudra de plegaria y canta 3 veces Ong Namo Guru Dev Namo
Postura: sentado en postura Fácil, Sukhasana. La columna está recta, y la mano izquierda reposa sobre la pierna en gyan mudra. Con la mano derecha vas a ayudarte a hacer la respiración alterna, bloqueando la fosa nasal derecha con el pulgar, y la izquierda con el dedo índice.
Para hacer esta meditación debes tener el estómago vacío, o haber comido de forma ligera.
Ojos: abiertos 1/10 parte, enfocados en el punto del entrecejo.
Vas a hacer una respiración alterna, siguiendo la proporción:
Inhala por la fosa nasal izquierda durante 1 Sa Ta Na Ma
Suspende el aire dentro durante 4 Sa Ta Na Ma
Exhala por la fosa nasal derecha durante 2 Sa Ta Na Ma
Con la siguiente respiración inviertes el lado:
Inhala por la fosa nasal derecha durante 1 Sa Ta Na Ma
Suspende el aire dentro durante 4 Sa Ta Na Ma
Exhala por la fosa nasal izquierda durante 2 Sa Ta Na Ma
Tiempo: 5 minutos.
Para terminar: con la última exhalación relaja la mano derecha también en gyan mudra y permanece unos minutos meditando.
Para cerrar el espacio: recita el Eterno Sol “que el Eterno Sol te ilumine, el amor te rodee y la luz pura interior, guíe tu camino” y canta 3 veces Sat Nam.